Es importante saber que un regulador de voltaje se específica en KVA o en KW. Los KVAs son la suma de la potencia de cada fase. Por ejemplo un regulador trifásico de 10 KVAs es la suma de 3.33 KVAs por tres fases. La carga eléctrica no debe exceder 3.33 KVAs en cada línea. Es importante mantener las cargas balanceadas para evitar que el equipo se proteja y se apague.
1. Conozca la carga que va a conectar:
Piense en todos los aparatos o equipos eléctricos que estarán conectados al regulador. Puede ser un solo motor, varias computadoras, una bomba, etc.
Revise las etiquetas o manuales para saber cuánta potencia consumen (en watts, kW o kVA).
2. Sume toda la potencia:
Si va a conectar varios equipos, sume todo lo que consumen para saber cuánta energía total necesita manejar el regulador.
3. Agregue un margen extra:
No es buena idea usar el regulador justo al límite. Es mejor que sobre a que falte. Por eso, se recomienda comprar un regulador un poco más grande, como si comprara ropa una talla arriba.
Esto ayuda por si se conectan más cosas después o si hay subidas rápidas de consumo (como al encender un motor).
4. Considere el tipo de equipos:
Algunos aparatos como motores, refrigeradores o soldadoras pueden necesitar más energía al arrancar. Si tiene equipos así, necesita un regulador más robusto, aunque el consumo normal no sea tan alto.
5. Verifique si es monofásico o trifásico:
Fíjese si los aparatos usan una fase (monofásico), dos fases (bifásico) o tres fases (trifásico). Eso influye en el tipo y tamaño del regulador.
Ejemplo sencillo:
Si va a usar un regulador para un refrigerador, una computadora y una impresora, escoja uno que soporte la suma de todos ellos y agrégele un 30% más para que trabaje sobrado.
Pero si es para una bomba de agua o un motor, se necesita uno más grande, porque esos aparatos jalan más energía al encender, generalmente el doble de la potencia del motor.
Si usted me da la lista de los aparatos que va a conectar, y sus potencias, yo puedo decirle qué tamaño sería recomendable.
